La alcachofa es una planta perenne que puede permanecer en el mismo
sitio dos o tres años, considerada como bianual o trianual. El 90% de la
producción mundial tiene lugar en la cuenca mediterránea, especialmente
en Italia, Francia y España, donde se produce el 80%.
Características nutritivas
Del grupo de las verduras y hortalizas, la alcachofa es una de las que
menor contenido en agua tiene, suponiendo esto un 87,9% de su peso. La
grasa apenas llega al 0,1% de su peso, por lo que la candidas restante
debe estar formada a base de fibra, hidratos de carbono, proteínas y
otras sustancias. Contiene una cantidad considerable de proteínas
(2,27%), hidratos de carbono (7,11%) y fibra (2 %), siendo apreciable en
contenido de otras sustancias responsables de los efectos beneficiosos
de la alcachofa.
Minerales: El mineral que se encuentra en mayor
proporción en las alcachofas es el potasio, pero es preciso destacar la
presencia de otros minerales en cantidades importantes como el
magnesio, fósforo y calcio.
Vitaminas: El contenido en vitaminas no es
destacable con respecto a otras hortalizas, aunque sí contiene
cantidades importantes de vitamina B1, B3 y vitamina E, éstas dos
últimas en menor proporción.
¿En qué puede ayudarnos?
Teniendo en cuenta su composición nutritiva podemos extraer cierta relación de las alcachofas con la salud.
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Diurético: favorece la eliminación de líquido sobrante en el organismo, así como de toxinas y otras sustancias como el ácido úrico.
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Antidiabético: disminuye los niveles de glucosa en sangre y ayuda a controlar la diabetes.
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Protector hepático y biliar: protege al hígado, ayuda a su recuperación en caso de patología y favorece la función biliar.
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Cardiosaludable: debido a su especial
composición es capaz de producir una reducción significativa de
colesterol en sangre, tensión arterial y aterosclerosis.
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Para los ojos: cono uso externo, el líquido
resultante de la cocción de las alcachofas, actúa como protector de los
ojos y puede utilizarse como colirio en caso de sequedad ocular.
Modo de preparación y empleo:
Cruda: la alcachofa cruda resulta muy agradable al sabor. Es la forma en la que mejor se aprobecha su

contenido en vitaminas y minerales. Para este consumo se utilizan los
corazones de alchofa tierna en ensalada aliñados con aceite de oliva y
zumo de limón.
Al horno y a la plancha: resultan deliciosas, pero en
el proceso de asado no deben cortrarse las puntas de las hojas, ya que
es´tas contribuyen a mantener la humedad de la alcachofa.
Hervidas: los mejor es cocinar las alcachofas al
vapor, ya que de esta forma se conservan la mayor parte de sus sales
minerales y vitaminas. Si preferimos cocinarlas en agua, es preferible
aprovechar el agua de cocción para caldo o sopa.
Para utilizar las alcachofas es preciso cortarlas. Lo haremos siguiendo los pasos:
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Arrancamos las dos o tres primeras capas de hojas.
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Cortamos el tallo y las puntas de las hojas (cuando las asamos no).
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Rociar jugo de limón sobre ellas o frotar con medio limón para evitar que se ennegrezcan debido a la oxidación.
PUBLICADO POR: Mª Belén Asensio Soler